Pic Oueillarisse

Tan cerca y tan lejos, así podríamos catalogar a esta desconocida cima, a buen seguro que es la cima del valle con una ascensión más corta. Sin embargo por ello no debemos despreciarla, siempre puede ser una buena opción por ejemplo para o bien una corta mañanera o una ascensión por la tarde.

Oueillarisse se encuentra en el costado norte del valle encima del refugio guardado Laberouat, desde su posición  se domina prácticamente todas las zonas a lo lejos. Poco puede imaginar el montañero lo que encontrará cuando sobrepase el umbral de la brecha que hay a los pies de la cima, una extensa zona kárstica se extiende hacia el N.O., es un auténtico laberinto de grietas y contrafuertes.

Bajo la muralla que defiende la cima hay una zona donde crecen abundantemente los arándanos, será un placer recoger algunos disfrutar de su sabor.

Si el montañero opta por la vuelta completa deberá portar con el una reserva adecuada de agua pues no hay rastro del líquido elemento en toda la zona kárstica. De esta forma coronará las dos cimas de los extremos de la muralla de Les Orgues de Camplong.

Una de las recompensas del día la encontraremos en el camino de regreso cuando atravesemos el bosque de Braca d´Azuns, una masa forestal de hayas y abetos por la que discurre la GR 10.

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Pic Bacqué por Labrenere

Una de las cimas que llama la atención de la mirada cuando visitas por primera vez el valle es esta, Bacqué es una atalaya sobre Lescun. A pesar de ser una cima que apenas rebasa los 2.000 m no pone nunca las cosa fáciles a los montañeros. Tal vez sea por su vertiente norte, superando la arista que parte del collado que lo separa del Cauteres, la forma más sencilla de acceder a esta cima, en invierno esas dificultades estarán a buen seguro multiplicadas por la presencia de la nieve y el hielo.
Otro modo de llegar a la cumbre es el que nos ocupa en esta reseña, la subida por el valle de Labrenere es una maravilla, además podremos disfrutar a buen seguro de una ascensión muy solitaria.  De paso conoceremos las bellezas de Labrenere en la subida y las del valle de Annes en la bajada.
El montañero deberá  de prestar especial atención en el tramo final de la ascensión, allí una corta trepada sin mucha dificultad seguida de un tramo por arista se interpondrá entre nosotros y la cumbre. Superados estos obstáculos la satisfacción será plena, Bacqué siempre se muestra generoso.

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